viernes, 26 de noviembre de 2010
Exclusivo
Somos una Fundación, sin fines de lucro, dirigida por jóvenes universitarios, que han aceptado a Cristo como su Salvador y profesan su mensaje, pertenecientes a diferentes Iglesias Cristianas de Venezuela, que tienen como misión primordial organizar personas a través de comités, movimientos o asambleas de líderes, para que lleven el mensaje Cristiano y las buenas nuevas de salvación.
Y los tuyos edificarán las ruinas antiguas; los cimientos de generación y generación levantarás, y serás llamado reparador de portillos, restaurador de calzadas para habitar.
Isaías 58:12
Dios Siempre tiene el Control
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1 Pedro 1:6-7
"En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas, para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo"
Sabemos que Dios tiene el control de todas las cosas, y que aunque tal vez no entendamos las circunstancias por las que estemos pasando Dios siempre sera glorificado de una forma u otra, Fundación Kairos Global aprovecha para informa los recientes acontecimiento referentes a la Suspencion del Congreso Internacional LocosXCristo, y extendemos una mano de apoyo a nuestros hermanos encargados de la realización del mismo, de igual forma debido a las precipitaciones en el país, pedimos mantenernos alerta y velado, debido que nuestro país nos necesita.
Dios tiene grandes cosas para esta nación, pero esta en nosotros, ponernos en la brecha, para que esas bendiciones se materialicen.
domingo, 7 de noviembre de 2010
DIOS SIEMPRE LLEGA EN EL MOMENTO JUSTO
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Todos los Domingos por la tarde, después del servicio mañanero en la iglesia, el Pastor y su hijo de 11 años iban al pueblo a repartir volantes a cada persona que veían. Este Domingo en particular, cuando llegó la hora de ir al pueblo a repartir los volantes, el tiempo estaba muy frío y comenzó a lloviznar.
El niño se puso su ropa para el frío y le dijo a su padre,:
OK, papá, estoy listo'.
Su papá, el Pastor, le dijo, 'Listo paraqué?'
'Papá, es hora de ir afuera y repartir nuestros volantes.'
El papá respondió, 'Hijo, esta muy frío afuera y está lloviznando.'
El niño miró sorprendido a su padre y le dijo, 'Pero Papá, la gente necesitan saber de Dios aún en los días lluviosos.'
El Papá contestó , 'Hijo yo no voy a ir afuera con este tiempo.'
Con desespero, el niño dijo, 'Papá, puedo ir yo solo? Por favor?
Su padre titubeó por un momento y luego dijo, 'Hijo, tú puedes ir. Aquí tienes los volantes, ten cuidado.'
'Gracias papá!'
Y con esto, el hijo se fue debajo de la lluvia. El niño de 11 años caminó todas las calles del pueblo, repartiendo los volantes a las personas que veía.
Después de 2 horas caminando bajo la lluvia, con frío y su último volante, se detuvo en una esquina y miró a ver si veía a alguien a quien darle el volante, pero las calles estaban totalmente desiertas. Entonces él se viró hacia la primera casa que vio, caminó hasta la puerta del frente, tocó el timbre varias veces y esperó, pero nadie salió.
Finalmente el niño se volteó para irse, pero algo lo detuvo. El niño se volteó nuevamente hacia la puerta y comenzó a tocar el timbre y a golpear la puerta fuertemente con los nudillos. Él seguía esperando, algo lo aguantaba ahí frente a la puerta. Tocó nuevamente el timbre y esta vez la puerta se abrió suavemente.
Salió una señora con una mirada muy triste y suavemente le preguntó:
'Qué puedo hacer por ti, hijo.'
Con unos ojos radiantes y una sonrisa que le cortaba las palabras, el niño dijo,:
'Señora, lo siento si la molesté, pero sólo quiero decirle que ....*DIOS REALMENTE LA AMA * y vine para darle mi último volante, que habla sobre DIOS y SU GRAN AMOR.
El niño le dio el volante y se fue.
Ella solo dijo:
'GRACIAS, HIJO, y que DIOS te bendiga.'
Bien, el siguiente domingo por la mañana el pastor estaba en el púlpito y cuando comenzó el servicio preguntó:
'Alguien tiene un testimonio ó algo que quiera compartir?.
Suavemente, en la fila de atrás de la iglesia, una señora mayor se puso de pie. Cuando empezó a hablar, una mirada radiante y gloriosa brotaba de sus ojos:
'Nadie en esta iglesia me conoce. Nunca había estado aquí, incluso todavía el domingo pasado no era Cristiana.
Mi esposo murió hace un tiempo atrás dejándome totalmente sola en este mundo.. El domingo pasado fue un dia particularmente frío y lluvioso, y también lo fue en mi corazón; ese día llegué al final del camino, ya que no tenía esperanza alguna ni ganas de vivir.
Entonces tomé una silla y una soga y subí hasta el ático de mi casa. Amarré y aseguré bien un extremo de la soga a las vigas del techo; entonces me subí a la silla y puse el otro extremo de la soga alrededor de mi cuello.
Parada en la silla, tan sola y con el corazón destrozado, estaba a punto de tirarme cuando de repente escuché el sonido fuerte del timbre de la puerta.
Entonces pensé, 'Esperaré un minuto y quien quiera que sea se irá'.
Yo esperé y esperé, pero el timbre de la puerta cada vez era más insistente, y luego la persona comenzó a golpear la puerta con fuerza.
Entonces me pregunté, QUIEN PODRÁ SER?
Jamás nadie toca mi puerta ni vienen a verme!
Solté la soga de mi cuello y fui hasta la puerta, mientras el timbre seguía sonando cada vez con mayor insistencia.
Cuando abrí la puerta no podía creer lo que veían mis ojos, frente a mi puerta estaba el más radiante y angelical niño que jamás había visto.
Su sonrisa, ohhh, nunca podré describirla! Las palabras que salieron de su boca hicieron que mi corazón, muerto hace tanto tiempo, volviera a la vida, cuando dijo con voz de querubín: 'SEÑORA , sólo quiero decirle que DIOS realmente la ama.'
'Cuando el pequeño ángel desapareció entre el frío y la lluvia , cerré mi puerta y leí cada palabra del volante.
Entonces fui al ático para quitar la silla y la soga.
Ya no las necesitaría más. Como ven . . .ahora soy una hija feliz del REY.
Como la dirección de la iglesia estaba en la parte de atrás del volante, yo vine personalmente decirle GRACIAS a ese pequeño ÁNGEL DE DIOS que llegó justo a tiempo y, de hecho, a rescatar mi vida de una eternidad en el infierno.'
Todos lloraban en la iglesia.
El Pastor bajó del pulpito hasta la primera banca del frente, donde estaba sentado el pequeño ángel; tomó a su hijo en sus brazos y lloró incontrolablemente.
Probablemente la iglesia no volvió a tener un momento más glorioso.
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Mas privilegio, mas responsabilidad
Por Guillermo A. Morataya.
Pasaje bíblico: Salmos 73:15
Si dijera yo: Hablaré como ellos,
He aquí, a la generación de tus hijos engañaría.
Reflexión: La gran responsabilidad que todo siervo de Dios tiene ante El Señor por su testimonio ante los demás.
Vivimos una época en la cual son comunes los escándalos causados por los siervos de Dios a causa de su testimonio. Son muchos los ministros que, en abierta desobediencia a La Palabra de Dios, abandonan a la mujer de su juventud para iniciar una nueva relación con otra mujer más joven o más atractiva; qué decir de aquellos que llegan a enceguecerse cuando tienen acceso a cantidades grandes de dinero, y la ambición los aparta del propósito que Dios tenía para sus vidas, o aquellos a los cuales el poder los arruina y se endiosan, olvidando de dónde Dios los ha sacado y que Dios no comparte su gloria con nadie; o aquellos que simplemente se descuidan, de tal manera, que son arrastrados por sus pasiones pecaminosas.
Sin embargo, La Palabra del Señor es clara cuando advierte: "Porque todo aquel a quien se le haya dado mucho, mucho se le demandará; y al que mucho se le haya confiado, más se le pedirá" (Lucas 12:48). Y hoy quisiera que meditáramos un poco en la influencia que nuestro testimonio tiene sobre aquellos a quien servimos, por lo cual también un día El Señor nos pedirá cuentas.
1. El privilegio de Asaf.
El salmo número setenta y tres fue escrito por un hombre llamado Asaf, quien gozaba de un privilegio muy grande de parte de Dios delante del pueblo de Israel; era considerado vidente (2 Crónicas 29:30), junto con David es mencionado como uno de los cantores de su pueblo. Se le atribuyen doce salmos; en fin fue un hombre cuyo ministerio fue reconocido grandemente delante de Dios y delante del pueblo al cual servía.
2. Las personas a las cuales sirvo: Una razón más para no pecar.
Con todo y sus privilegios, Asaf al igual que todo hombre de Dios fue tentando, tuvo momentos de luchas en los cuales enfrentó la pobreza, la enfermedad y más aún, el pelear con el contraste que hay entre la prosperidad material de los impíos, contra los sufrimientos que muchas veces los que amamos a Dios atravesamos. El pasó momentos donde Dios parecía tan distante; sin embargo, al examinar este Salmo podemos ver que una de las razones que mantuvieron en pie a este hombre, fue el considerar el daño que él haría a aquellos a los cuales servía si el actuaba como los impíos.
“Si dijera yo: Hablaré como ellos, he aquí a la generación de Tus hijos engañaría.”
Si tan sólo aquellos que servimos a otros, pensáramos en estos a quien servimos, que pertenecen al Señor, y que serán dañados si nosotros no nos preservamos en integridad, no los engañaríamos haciéndoles creer que todo aquello que Dios nos dio, y que les ministramos a ellos es una farsa; pues al vernos a nosotros abrazar el pecado, les cerraríamos las puertas, y les impulsaríamos a ellos a actuar de la misma manera que nosotros.
Quizás algunos dirán: "La mirada debe estar puesta en Él Señor y no en nosotros”, pero es que a quien Dios ha puesto ante ese pueblo y a quienes ese pueblo ve, es a su ministro.
Debemos agradecer la confianza que Dios nos ha otorgado, que después de no ser nadie, Dios nos ha hecho ministradores de sus bendiciones, y vivir de acuerdo a nuestro llamamiento, y ver con amor y respeto a aquellos que Dios nos permite servir, y esforzarnos en la gracia, luchar por mantener nuestra integridad no solo por gratitud a Aquel que nos dio vida (que es más que suficiente razón), sino también, por amor a aquellos a quien servimos; no sea que en aquel día El Señor nos demande el hecho de haber sido de tropiezo a uno de sus pequeñitos.
Conclusión.
Uno de los privilegios más hermosos, después de saber que Dios se acordó de nuestras vidas y nos incluyó dentro de sus planes eternos; es el privilegio de sentirse útil en las manos de Dios; sin embargo, este privilegio, conlleva la responsabilidad que pesa sobre nosotros por aquellos a quienes servimos.
Dios permita que este pensamiento mueva a preservarse en integridad a muchos ministros y servidores; pero si a un así, alguien se empecina en su pecado, y piensa que aun puede mantener la imagen de ministro, yo le digo: Dios es real (aunque usted ya no lo crea así), y un día sacará a luz su pecado para vergüenza.
Dios le bendiga.
Pasaje bíblico: Salmos 73:15
Si dijera yo: Hablaré como ellos,
He aquí, a la generación de tus hijos engañaría.
Reflexión: La gran responsabilidad que todo siervo de Dios tiene ante El Señor por su testimonio ante los demás.
Vivimos una época en la cual son comunes los escándalos causados por los siervos de Dios a causa de su testimonio. Son muchos los ministros que, en abierta desobediencia a La Palabra de Dios, abandonan a la mujer de su juventud para iniciar una nueva relación con otra mujer más joven o más atractiva; qué decir de aquellos que llegan a enceguecerse cuando tienen acceso a cantidades grandes de dinero, y la ambición los aparta del propósito que Dios tenía para sus vidas, o aquellos a los cuales el poder los arruina y se endiosan, olvidando de dónde Dios los ha sacado y que Dios no comparte su gloria con nadie; o aquellos que simplemente se descuidan, de tal manera, que son arrastrados por sus pasiones pecaminosas.
Sin embargo, La Palabra del Señor es clara cuando advierte: "Porque todo aquel a quien se le haya dado mucho, mucho se le demandará; y al que mucho se le haya confiado, más se le pedirá" (Lucas 12:48). Y hoy quisiera que meditáramos un poco en la influencia que nuestro testimonio tiene sobre aquellos a quien servimos, por lo cual también un día El Señor nos pedirá cuentas.
1. El privilegio de Asaf.
El salmo número setenta y tres fue escrito por un hombre llamado Asaf, quien gozaba de un privilegio muy grande de parte de Dios delante del pueblo de Israel; era considerado vidente (2 Crónicas 29:30), junto con David es mencionado como uno de los cantores de su pueblo. Se le atribuyen doce salmos; en fin fue un hombre cuyo ministerio fue reconocido grandemente delante de Dios y delante del pueblo al cual servía.
2. Las personas a las cuales sirvo: Una razón más para no pecar.
Con todo y sus privilegios, Asaf al igual que todo hombre de Dios fue tentando, tuvo momentos de luchas en los cuales enfrentó la pobreza, la enfermedad y más aún, el pelear con el contraste que hay entre la prosperidad material de los impíos, contra los sufrimientos que muchas veces los que amamos a Dios atravesamos. El pasó momentos donde Dios parecía tan distante; sin embargo, al examinar este Salmo podemos ver que una de las razones que mantuvieron en pie a este hombre, fue el considerar el daño que él haría a aquellos a los cuales servía si el actuaba como los impíos.
“Si dijera yo: Hablaré como ellos, he aquí a la generación de Tus hijos engañaría.”
Si tan sólo aquellos que servimos a otros, pensáramos en estos a quien servimos, que pertenecen al Señor, y que serán dañados si nosotros no nos preservamos en integridad, no los engañaríamos haciéndoles creer que todo aquello que Dios nos dio, y que les ministramos a ellos es una farsa; pues al vernos a nosotros abrazar el pecado, les cerraríamos las puertas, y les impulsaríamos a ellos a actuar de la misma manera que nosotros.
Quizás algunos dirán: "La mirada debe estar puesta en Él Señor y no en nosotros”, pero es que a quien Dios ha puesto ante ese pueblo y a quienes ese pueblo ve, es a su ministro.
Debemos agradecer la confianza que Dios nos ha otorgado, que después de no ser nadie, Dios nos ha hecho ministradores de sus bendiciones, y vivir de acuerdo a nuestro llamamiento, y ver con amor y respeto a aquellos que Dios nos permite servir, y esforzarnos en la gracia, luchar por mantener nuestra integridad no solo por gratitud a Aquel que nos dio vida (que es más que suficiente razón), sino también, por amor a aquellos a quien servimos; no sea que en aquel día El Señor nos demande el hecho de haber sido de tropiezo a uno de sus pequeñitos.
Conclusión.
Uno de los privilegios más hermosos, después de saber que Dios se acordó de nuestras vidas y nos incluyó dentro de sus planes eternos; es el privilegio de sentirse útil en las manos de Dios; sin embargo, este privilegio, conlleva la responsabilidad que pesa sobre nosotros por aquellos a quienes servimos.
Dios permita que este pensamiento mueva a preservarse en integridad a muchos ministros y servidores; pero si a un así, alguien se empecina en su pecado, y piensa que aun puede mantener la imagen de ministro, yo le digo: Dios es real (aunque usted ya no lo crea así), y un día sacará a luz su pecado para vergüenza.
Dios le bendiga.
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